miércoles, 8 de octubre de 2014

Le verdad es solo un punto de vista


"La Verdad es una tierra sin caminos". 

El hombre no puede llegar a ella por medio de ninguna organización, a través de credos, dogmas, sacerdotes ni rituales, ni tampoco por medio de conocimientos filosóficos ni técnicas psicológicas. 
Debe hallarla mediante el espejo de la relación, mediante la comprensión de los contenidos de su propia mente; por la observación y no por el análisis intelectual ni la disección introspectiva. El hombre ha construido en sí mismo imágenes -religiosas, políticas y personales- como valla de seguridad. Éstas se manifiestan en forma de símbolos, ideas y creencias. La carga de dichas imágenes domina el modo de pensar del hombre, su relación y su vida cotidiana. 

Estas imágenes son la causa de nuestros problemas, porque separan a un hombre de otro. Su percepción de la vida está formada por los conceptos previamente establecidos en su mente. El contenido de su conciencia es toda su existencia. Dicho contenido es común a toda la humanidad. La individualidad es el nombre, la forma y la cultura superficial que ha adquirido de la tradición y del entorno. La unicidad del ser humano no estriba en la libertad superficial, sino en la completa liberación del contenido de su conciencia, la cual es común a toda la humanidad. Así pues, él no es ningún individuo. La libertad no es una reacción; la libertad no es elección. Es pretensión del hombre creer que es libre porque puede elegir. 

La libertad es observación pura sin dirección alguna, sin temor del castigo, ni recompensa. La libertad es sin motivo; la libertad no se encuentra al final de la evolución humana, sino en el primer paso de su existencia. En la observación uno empieza a descubrir la falta de libertad. La libertad es hallada en el estado de conciencia alerta y sin elección de nuestra existencia y actividad de cada día.


Por: Jiddu Krishnamurti

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